No es lo mismo emprender que montar una empresa.
- Julio Moreno Taylor
- 4 mar 2020
- 3 Min. de lectura

¿Tienes una startup? Todas las claves para conseguir financiación reúne los ingredientes para convertirse en el libro de cabecera de aquellos que deseen emprender (o invertir) en negocios digitales. No solo porque analiza y explica todas las claves para llevar a buen puerto este tipo de proyectos, sino porque lo hace de forma amena y con el aval de la experiencia de Luis Martín Cabiedes. Por algo está considerado uno de los business angels de referencia en España (aunque él prefiere definirse como un "puericultor de empresas"). Cuando en 2008 empezó a impartir clases en el IESE, Cabiedes ya llevaba una década invirtiendo en la fase de lanzamiento de empresas tecnológicas (Trovit, Privalia y Offerum, entre otras); hoy, acumula más de cincuenta inversiones a sus espaldas. Y se ha propuesto "compartir todo lo que haya podido aprender en estos quince años para intentar desmitificar y traer de vuelta un poco de sentido común a esto de invertir en Internet", explica, "para que los nuevos emprendedores no se dejen arrastrar por los cantos de sirena del coro de mentores, asesores y políticos que les hablan de 'emprendimiento' sin haber creado nunca una empresa." A la caza del inversor
La mayoría de emprendedores viven obsesionados con encontrar a un inversor que financie su proyecto: un socio capitalista, un business angel, una entidad bancaria, un fondo de capital riesgo o un organismo público de apoyo al emprendimiento y la innovación. Mientras tanto, olvidan que la principal fuente de financiación de una empresa son sus propios clientes. Por ello, el libro describe distintas fórmulas para conseguir este tipo de financiación: pago por adelantado, suscripción, modelo de escasez, marketplaces, normalización y reventa. Además, analiza las ventajas de utilizar estos modelos, englobados bajo la denominación genérica de bootstrapping (término anglosajón que podría traducirse como "autoarranque"), que permiten poner en marcha un negocio con poco o nada de capital inicial. ¿Qué busca un business angel?
Si el proyecto no puede financiarse con ninguna de estas fórmulas, entonces habrá que recurrir a un inversor profesional. Y aquí entran en juego los muchos consejos que Cabiedes ofrece a los emprendedores que se encuentren en este trance: desde el dónde, cuándo y cómo abordar a un posible inversor hasta los argumentos que hay que dar para convencerle, pasando por los errores a evitar y por las estrategias para el éxito de una primera cita. Y no hay que olvidar, claro está, qué es lo que mueve a un inversor a participar en un determinado negocio. En su caso, el autor explica que busca proyectos viables (con un mercado concreto y una ventaja competitiva clara), escalables (con posibilidad de crecimiento) e invertibles (con un retorno claro). De hecho, Cabiedes reconoce apoyarse en los seis criterios de evaluación de startups definidos por Rob Johnson, emprendedor, inversor y profesor visitante del IESE: mercado, ventaja competitiva, equipo, timing, invertibilidad y salida. Y no se cansa de insistir en una misma idea: "hay que entender que los inversores evaluamos proyectos empresariales, no ideas". Menos show y más business
Según el autor, el mercado inversor español vive inmerso en una "doble burbuja". Por un lado, la que ha generado el exceso de capital vertido en las startups tecnológicas durante los últimos años, que se ha traducido en una tendencia a la sobrevaloración de los proyectos y al uso ineficiente del capital. Por otro, la que ha provocado la exaltación excesiva de la figura del emprendedor y del papel que puede jugar la inversión en proyectos innovadores en la recuperación económica y en la creación de empleo. "En esto del emprendimiento hay mucho ruido y mucha tontería", afirma tajante. En opinión de Luis Martín Cabiedes, urge desmitificar la figura del emprendedor: "ser emprendedor no es hacer pitches que impresionen, no es levantar cuanta financiación se pueda, no es presentarse a concursos, sino sentarte en el despacho, construir pacientemente un negocio y, en definitiva, crear valor y hacer progresar una empresa". El concepto de lean startup
Las estadísticas prueban, explica Cabiedes, que la gran mayoría de startups fracasan al poco tiempo porque, al margen de lo que digan su plan de negocio y sus maravillosas proyecciones en Excel, no cuentan con un modelo de negocio validado ni con un producto ajustado a las auténticas necesidades de sus supuestos destinatarios. Por eso él recomienda, muy especialmente cuando se trata de negocios digitales sometidos a un alto grado de incertidumbre y riesgo empresarial, adoptar la filosofía lean startup y un enfoque basado en el desarrollo de clientes más que en un modelo tradicional de desarrollo de producto. La idea es que el modelo de negocio y el producto se vayan testando, corrigiendo y mejorando, ya desde las primeras fases y con la ayuda de los propios clientes, hasta hacerlos cuadrar con sus verdaderas necesidades y con la realidad del mercado.
Artículo basado en: ¿Tienes una startup?
Editorial: Gestión 2000; Planeta
Año: 2015
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